El cumplimiento de la normativa ESG ha pasado de ser un concepto futurista a una necesidad actual para muchos de nuestros clientes. A medida que las normativas han ido entrando en vigor, su cumplimiento se hace obligatorio, lo que ha generado una urgencia por garantizar que no solo la gobernanza de la empresa esté en orden, sino que las carteras de activos también cumplan las últimas normativas medioambientales y sociales.

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan nuestros clientes?

  • Comprender la normativa local y europea y su impacto
  • Determinar los costes de rehabilitación de los activos actuales para garantizar su cumplimiento.
  • Evaluar los nuevos activos para garantizar que cumplen los objetivos ESG de la empresa
  • Reducir la huella de carbono de las nuevas construcciones

 

Demos un paso atrás y nos preguntamos, ¿Qué es ESG?

ESG son las siglas en inglés de «Environmental, Social, and Governance», o sea Medioambiente, Social y Governanza. Los objetivos ESG se refieren a las consideraciones éticas y de sostenibilidad que las organizaciones y los inversores utilizan para evaluar el rendimiento y el impacto potencial de las empresas o las inversiones.
Las consideraciones medioambientales incluyen cuestiones como las emisiones de carbono y la eficiencia de los recursos.
Las consideraciones sociales incluyen las prácticas laborales y el impacto en la comunidad.
Las consideraciones de gobernanza incluyen cuestiones como la estructura del consejo de administración y la remuneración de los ejecutivos.
Los objetivos ESG se utilizan cada vez más para evaluar los riesgos y oportunidades a largo plazo de las empresas e inversiones, y para promover prácticas empresariales responsables.
Los objetivos ESG son importantes por varias razones. Una de ellas es que pueden ayudar a identificar empresas o inversiones que pueden correr el riesgo de sufrir daños financieros o de reputación en el futuro debido a sus prácticas medioambientales, sociales o de gobernanza. Al tener en cuenta estos factores, los inversores pueden evaluar mejor los riesgos y oportunidades a largo plazo de una empresa o inversión. Además, los objetivos ESG pueden promover prácticas empresariales responsables al animar a las empresas a dar prioridad a cuestiones como la sostenibilidad medioambiental y la responsabilidad social.
Otra razón es que los consumidores y los inversores exigen cada vez más a las empresas que rindan cuentas de su impacto medioambiental y social. Esto está provocando un cambio en la forma en que las empresas son valoradas y percibidas por el público y el mercado. Las empresas que obtienen buenos resultados en los objetivos ESG pueden ser vistas como más responsables, sostenibles y dignas de confianza, y en última instancia pueden tener más éxito a largo plazo.
Además, los objetivos ESG también pueden ayudar a alinear los intereses de las empresas y los inversores con objetivos sociales más amplios, como la lucha contra el cambio climático y la reducción de la desigualdad, que pueden contribuir al desarrollo sostenible de la economía y la sociedad en su conjunto.

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